Según la teoría política se pueden
entender varios tipos de regímenes monárquicos:
Monarquía absoluta
La monarquía absoluta es una forma de
gobierno en la que es el monarca quien ejerce el poder sin restricciones en
términos políticos, y en la mayor parte de los casos, también en los aspectos
religiosos, o al menos con una gran componente espiritual. El lugar y el
periodo histórico en que surge el modelo que se designa con ese nombre (Europa
Occidental durante el Antiguo Régimen, particularmente la monarquía francesa de
Luis XIV en torno a 1700) no impide que puedan considerarse rasgos muy
similares en otros momentos y lugares, y con otros títulos de realeza
(emperador en distintas entidades políticas, basileus en el
Imperio Bizantino, zar en Imperio Ruso, etc.).
Rasgo distintivo de la monarquía
absoluta es la no existencia de división de poderes: el Soberano es a la vez
cabeza del gobierno, principal órgano legislativo (su voluntad es ley) y
cúspide del poder judicial ante el cual se puede solicitar la revisión de los
jueces inferiores. Como justificación ideológica, se entiende que la fuente de
todo poder (Dios, según la teoría del derecho divino de los reyes) se lo
transmite de forma completa. Sin embargo, en términos prácticos, no significaba
realmente que un rey absoluto pudiera ejercer un poder absoluto entendido como
ejercicio total del poder en toda circunstancia y sin intermediación.
Monarquía
constitucional y monarquía parlamentaria
Históricamente, las limitaciones al
poder de los monarcas surgen en Europa a partir de la crisis del Antiguo
Régimen, que en algunos casos condujo a la supresión de la monarquía y la
constitución de repúblicas (caso de Francia durante la Revolución Francesa
entre 1791 y 1804 o de Inglaterra durante la Revolución Inglesa entre 1649 y
1660) mientras que en otros el rey acepta ceder parte de su poder y compartirlo
con representantes elegidos.
Si la cesión es por la mera voluntad
del rey, no se considera una verdadera constitución, sino una carta otorgada
(caso de Francia en la Restauración entre 1814 y 1830). Las verdaderas
monarquías constitucionales son aquellas en que se define el principio de
soberanía nacional, aunque se la haga residir no el del pueblo (soberanía
popular) sino, por ejemplo en las Cortes con el Rey (constitución española de
1845 y de 1876). El rey retiene así gran parte del poder, determinando un
reparto de funciones en las que, principalmente, controla el poder ejecutivo.
En la monarquía parlamentaria, el
gobierno es responsable ante el Parlamento, que es inequívocamente el
depositario de la soberanía nacional. Aunque el rey mantenga algunas
competencias (más bien formales), como la capacidad de designar un candidato a
la presidencia del gobierno, que no obstante no alcanzará el nombramiento hasta
no obtener la confianza del parlamento.
El rey sigue siendo el jefe de
estado, inviolable e irresponsable en el ejercicio de su cargo, y ostenta la
más alta representación de la nación en las relaciones internacionales, aunque
sus poderes son prácticamente simbólicos. Suele resumirse en la expresión el
rey reina, pero no gobierna (expresión debida a Adolphe Thiers) Cualquiera de
sus actos oficiales ha de ser respaldado por el gobierno, sin cuyo
consentimiento no puede efectuarlos.
El ejemplo clásico de monarquía
parlamentaria es el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (desde la
Revolución Gloriosa de 1688), que además no posee una constitución codificada
sino un corpus de leyes y prácticas políticas que conforman su constitución. Se
han dado algunos casos que comprometen las funciones de un rey en una monarquía
parlamentaria, como fue la objeción de conciencia de Balduino I de Bélgica (que
suspendió temporalmente sus funciones para no firmar la ley del aborto en
1990), o la intervención de Juan Carlos I para impedir que la mayoría del
ejército se sumase al Golpe de Estado en España de 1981 (en un momento en que
tanto el Gobierno como el Congreso de los Diputados estaban secuestrados). La
Constitución Española de 1978 (que define el sistema político como monarquía
parlamentaria) reserva al rey la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas de
España. En algunos textos se habla de la existencia de un poder arbitral que
sería el que ejercería el rey.
Monarquías híbridas
A lo largo de la historia han
existido sistemas de gobierno a medio camino entre la monarquía absoluta y la
constitucional, en donde el monarca se ve obligado a ceder parte de su poder a
un gobierno en ocasiones democrático, pero sigue manteniendo una importante
influencia política. La evolución ha sido muy diferente según los países, y
depende del derecho comparado. Sin embargo, los monarcas de países árabes tales
como Marruecos siguen ostentando casi todo el poder en sus manos.
Además de eso, existen monarquías de
otros momentos históricos como la de los regímenes feudales, en las cuales el
monarca es un señor feudal más. Su poder se limita a su feudo y a las
relaciones de vasallaje existentes con nobles inferiores. En estos casos la
monarquía se asemeja a una aristocracia, por la disolución del poder entre la
nobleza.
Situación actual de
las monarquías
Suele insistirse en la idea de que el
mantenimiento de la monarquía en la actualidad obedece a su papel como símbolo
de la unidad nacional frente a la división territorial y su poder arbitral
frente a los distintos partidos políticos. Cuando es el caso que el régimen
político es democrático, reconociéndose la soberanía popular, el monarca pasa a
ser la figura en la que se encarna el cargo de Jefe del Estado de forma
vitalicia y hereditaria, con lo que su papel es fundamentalmente simbólico y
representativo.
Esta definición es la que se suele
identificar con las monarquías europeas, entre las que están las monarquías
parlamentarias del Reino Unido, España, Noruega, Suecia, Dinamarca, los Países
Bajos, Bélgica y Luxemburgo. También existen tres microestados con monarquía
(Liechtenstein, Mónaco y Andorra) y una monarquía electiva teocrática (Ciudad
del Vaticano).
Entre los países árabes las
monarquías tienen distintos grados de apertura a la representación popular,
mayor en Marruecos o Jordania y muy restringida en Arabia Saudita o los
emiratos del Golfo Pérsico (Kuwait, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y
Omán), Malasia (con monarquía rotatoria entre los diferentes sultanes) y
Brunei; excepto los dos primeros, todos ellos países que pueden calificarse de
“petroestados” y muchas veces tildados de plutocracias. Bután es la única
monarquía del Subcontinente Indio, tras la reciente abolición de la monarquía
en Nepal (2008); Japón (equiparable a las monarquías europeas), Thailandia y
Camboya son las restantes monarquías de Extremo Oriente. En algunos pequeños
estados africanos (Lesoto y Suazilandia, enclavados en la República
Sudafricana) siguen manteniéndose monarquías tradicionales.
Un papel especial en las relaciones
internacionales es el que cumple la monarquía británica, que mantiene un
vínculo personal con la Commonwealth (Comunidad Británica de Naciones), de
varios de cuyos estados miembros continúa siendo el jefe de estado titular a
pesar de que sean estados independientes. No es comparable el papel del rey de
España en la Comunidad Iberoamericana de Naciones y las periódicas reuniones
denominadas Cumbre Iberoamericana, pues en rango protocolario es equivalente a
los demás jefes de estado.
Un rasgo de las monarquías europeas
(a veces considerado como una actualización o búsqueda de legitimación popular)
ha sido la incorporación de plebeyos a las familias reales, y la continuada
presencia en los medios de comunicación de masas, incluyendo los escándalos
propios de la prensa especializada, con Grace Kelly (desde su boda en 1956)
como pionera hasta Diana, Princesa de Gales (desde su boda en 1981 hasta su muerte
en 1997). Otro ha sido la reconsideración del papel de la mujer en la
monarquía, para equipararla con el varón en la sucesión, reforma que han
iniciado las monarquías nórdicas. En España se ha llegado a consultar al
Consejo de Estado la conveniencia de alterar la línea de sucesión al trono
regulada por la Constitución de 1978.
Bibliografía
“Monarquía”. Disponible en: http://www.recursosacademicos.net/web/2010/04/03/monarquia/
“La Monarquía I”. Disponible en: http://nobleyreal.blogspot.com.es/2009/06/la-monarquia-i.html
“La Monarquía II”. Disponible en: http://nobleyreal.blogspot.com.es/2009/06/la-monarquia-ii.html
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